miércoles, 31 de diciembre de 2014

Un pan casero que no podrás dejar de comer!!!

Como lo prometido es deuda hoy voy, de nuevo, a postear sobre el pan casero. Después de la última entrada me salió un pan aún mejor, ya que estaba levando mientras escribía. Así que creo que esta receta merece realmente la pena si lo que quieres es un pan que sepa a hogar, a pan pan...

Una cosa he de recalcar. Para que el sabor sea algo diferente hay que tener presente que la calidad de la harina es fundamental. No es lo mismo elaborar un pan con harina de marca blanca y levadura industrial que conseguir una buena harina ecológica, ya sea de trigo, centeno o espelta (o mezcladas) y hacer masa madre en casa (levadura natural 100%).

Yo en este caso he usado una harina de fuerza, especial para pan, con bastante proteína pero no he tenido tiempo, con esto de las fiestas, de hacer una masa madre, así que usé levadura industrial de la fresca que suele haber en las neveras de cualquier supermercado.

Bueno, sin más preámbulos os paso la receta:

425 gramos de harina
275 gramos de agua (sí, gramos, no mililitros)
25 gramos de levadura de panadería fresca
1/2 cucharadita de sal

Mezclar bien la harina con la sal y poner en la superficie en la que vayamos a trabajar. Yo suelo empezar en un molde de silicona para luego pasar a la madera. Recordad que a la masa de pan no le gustan las superficies frías como el metal, cristal o mármol o granito. Disolved la levadura en agua templada y dejadla reposar unos minutitos antes de añadirla lentamente a la harina y sin dejar de amasar con la mano. Cuando esté todo bien mezclado, amasar unos 10 minutos más.

En este punto es posible que tengamos una masa pegajosa que se nos pega a las manos. No os rindáis. Es el momento de hacerse con ella. No aconsejo añadir más harina porque se nos quedaría muy compacto. Lo que hay que hacer es oxigenar. Despega desde abajo la masa, la levantas y la sueltas, así varias veces. Estírala y une las puntas. Dóblala. Hazlo una y otra vez y a medida que se mezcle bien y se oxigene será cada vez menos pegajosa. Cuando llegues a este punto hacemos una bola, la tapamos y la dejamos reposar un par de horas.

Con esta cantidad, una vez pasen las dos horas, podemos cortar en dos la masa y trabajarlas. Hay que amasar al menos 5 minutos para sacar el gas, aplastando con los nudillos. Dar forma esférica y volver a dejar reposando una horita. Cuando vuelvas a ver las bolas habrán levado el doble por lo menos.

Precalentar el horno a 220ºC. Colocar dentro del horno un bol de superficie ancha con agua para que suelte vapor, incluso podéis mojar un poco las paredes y el suelo del horno. Poner el pan unos 40 minutos (sin ventilador) a 210ºC.

El resultado debe ser algo similar a esto



La corteza ha quedado crujiente y la miga se despega sola. Una delicia!!!!


La verdad es que me emocioné mucho cuando lo saqué del horno y lo abrí después de dejarlo reposar unos minutos. Esa misma noche nos lo zampamos entero con un buen queso que previamente había comprado, una mousse de pato y unos tomates cherry con olivas.

Placeres tan simples y tan satisfactorios!!!

Contadme si lo hacéis en casa cómo os sale!!
Besos azucarados

Carol

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